Alitas de pollo crujientes al horno
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Lo primero que debes hacer para empezar a preparar estas increíbles alitas de pollo al horno es tener listos todos los ingredientes. Para entender mejor las cantidades de los ingredientes con tazas y vasitos ver la imagen de este paso.
Cuando veamos que la cebolla empieza a cambiar de color, podemos añadir el resto de ingredientes, menos las alitas de pollo. Ve añadiendo los condimentos poco a poco, removiendo durante uno o dos minutos y dejando que se mezclen antes de incorporar el siguiente.
Alitas de pollo crujientes al horno
Tiempo: 30min Rinde: 6Dificultad: fácilIngredientesCómo prepararCalienta el aceite en un sartén y saltea las alitas de pollo durante 10 minutos o hasta que estén doradas. Cubrir con agua, añadir sal y cocer durante 15 minutos o hasta que se ablanden y se haya secado toda el agua. Licuar o procesar el perejil lavado (las coles también), la cebolla y el ajo o batir todo muy bien con un cuchillo. En una sartén, derretir la mantequilla y añadir la mezcla batida. Freír a fuego lento hasta que el ajo y la cebolla estén ligeramente dorados pero no quemados. Verter sobre las alitas de pollo doradas y ablandadas y pasar a una fuente de servir.
Tiempo: 1h30Rendimiento: 6Dificultad: fácilIngredientesCómo prepararEn un bol, mezclar el queso con la harina y reservar. En una sartén, a fuego medio, derretir la mantequilla con el caldo de pollo. Pasar las alitas de pollo, una a una, por la mantequilla derretida y después por la harina y el queso. Colóquelos en una fuente de horno engrasada. Cubrir con papel de aluminio y hornear a temperatura media durante 40 minutos. Retirar el papel y hornear otros 30 minutos.
Receta de alitas de pollo al horno
Para obtener un resultado más preciso, compruebe siempre la temperatura interna, que debe ser de 160°F (71°C) al salir del horno. Después de reposar de 3 a 5 minutos, subirá unos 5 grados F o cerca de 3 grados C, alcanzando la temperatura deseada de 165° F o 74° C.
Para poner en salmuera las pechugas de pollo, basta con llenar un cuenco grande con agua templada y remover bien un puñado de sal hasta que casi se disuelva. A continuación, añada las pechugas y déjelas reposar entre 15 minutos y 6 horas. Si los deja en la salmuera durante horas, coloque el bol en el frigorífico y tápelo.