Cómo cocinar bacalao
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En el supermercado se puede encontrar bacalao en patatas fritas, a buen precio. Siempre vale la pena tenerlo en casa, ¡congelado! El bacalao es un alimento nutritivo, fuente de proteínas, calcio, hierro, minerales y vitaminas del complejo B. Cada 100 g de bacalao tiene aproximadamente 160 calorías.
Nunca congele el bacalao aún salado. Si el bacalao es seco y salado debe conservarse en frigorífico, nunca a temperatura ambiente, en armarios, estanterías. Sáquelo del envase y póngalo salado en un tarro limpio y seco con tapa.
Después de desalarlo. Escurrir bien el agua (tanto de las chuletas como de las rodajas). Mételos en bolsas zip o bolsas de vacío y llévalos a una envasadora al vacío. Se conservan en el congelador hasta 8 meses (tenga en cuenta la fecha de caducidad).
Hervir el bacalao en leche
Los pastéis de bacalhau son una de esas recetas tradicionales portuguesas que funcionan muy bien como entrante y que me gusta cocinar para amigos extranjeros cuando celebro cenas aquí en casa. Les encanta conocer la gastronomía de otros países y siempre quedan impresionados por este manjar.
Picar la cebolla y el ajo muy finos y calentarlos en una sartén con aceite de oliva. Dejar cocer bien sin que se queme. Pasados 10 minutos, añadir el bacalao y cocer otros 10 minutos (removiendo regularmente).
Cuando las patatas estén cocidas, retíralas del fuego y hazlas puré. Añadir el bacalao salteado y el perejil (mucho perejil). Sazonar con pimienta y nuez moscada y mezclar todo bien.
Ahora viene lo difícil: dominar la técnica de pasar la masa de cuchara en cuchara hasta que adopte la forma de un pastel de bacalhau. Utiliza cucharadas y pasa una “bola” de masa entre cada cuchara hasta conseguir la forma deseada.
Tiempo de cocción del bacalao
Hervir un poco de bacalao bien salado (preferiblemente el filete) y unas patatas; una vez cocidas, dejar enfriar. Hacer un guiso con cebolla picada, uno o dos dientes de ajo, una hoja de laurel, un manojo de perejil y abundante aceite de oliva, una pizca de pimienta y una cucharada de pimentón; cuando esté listo, partir el bacalao en lascas y cortar las patatas en rodajas.
Dejar el bacalao en remojo (24 horas). Quitar la piel y las espinas y cortar en trozos pequeños. Enjuagar las patatas fritas en agua caliente para eliminar toda la sal. Mientras tanto, haga un crujiente con aceite de oliva y cebollas finamente picadas.
En cuanto la cebolla empiece a dorarse, añadir el bacalao ya sacado del agua y bien escurrido, el pimentón, la pimienta, el perejil picado fino y una cucharada de mantequilla. Dejar cocer a fuego lento (si empieza a secarse, añadir un poco de agua).
Cuando el guiso esté listo, añade el almíbar que has preparado mientras tanto y, removiendo constantemente, deja que hierva un poco. Colocar el bacalao preparado en una fuente y decorar con las patatas cocidas y desmenuzadas. Meter en el horno hasta que las patatas estén rubias. Sírvalo inmediatamente.
Sencilla “Bacalhoada
Pelar las patatas, ponerlas en una cazuela, cubrirlas con agua y añadir 1 cucharadita de sal. Llevar a ebullición y cocer durante 10 minutos. Para comprobar las patatas, pínchelas con un tenedor: deben estar medio cocidas. Escurrir el agua y dejar enfriar las patatas. Córtalas en rodajas finas.
En una fuente de horno, poner 1 cucharada de aceite de oliva en el fondo, hacer una capa de patatas, colocar el bacalao encima, mezclar los demás ingredientes y colocar encima del bacalao. Rociar con aceite de oliva. Cubrir con papel de aluminio y hornear durante 55 minutos.